Una vez, temí que jamás
encontraría a alguiena quien amar de verdad.
Quería alguien perfecto,
al menos para mí.
Una manera especial de hablar,
una forma sincera de escuchar;
sin temor de reír ni de llorar;
ternura y comprensión;
alegría y estímulo;
alguien que llenara mi corazón
de felicidad y amor.
Pero toda esa espera,
toda la soledad,
todos los momentos en que casi me rindo,
valieron la pena;
Y es verdad que los deseos se hacen realidad,
porque lo que siempre he deseado
no es un sueño...
eres tú,
llegaste a mi vida
y no te dejare ir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario